-
Durante la jornada las y los líderes del agua rural de Quillón y Ránquil pudieron aprender técnicas de forestación nativa y gestión de cuencas, compartiendo saberes locales y técnicos en terreno sobre la importancia de la restauración y las buenas practicas productivas para los comités de agua rural.
Un grupo de personas vinculadas a comités de agua rural en Ñuble, concretaron con éxito una capacitación en restauración ecológica. La actividad comenzó en el sector Batuco, comuna de Ránquil, “lugar desde donde nace la iniciativa de Acuerdo Voluntario de Gestión de Cuencas (AVGC) y, por ende, la articulación de actores públicos y privados”, como relató Víctor Vargas, investigador del Instituto Forestal (INFOR), organismo adscrito al Ministerio de Agricultura. De estas instituciones destacan la Unión Comunal de Agua Potable Rural de Ránquil, el proyecto Sistema de monitoreo para la participación local en la gestión integrada de cuencas (SIMOL) y de los programas de agua, mieles, agroforestería y centro de la planta de INFOR, quienes participan activamente con las redes de trabajo, entregando formación y donando las especies que serán plantadas a fines de julio.
Durante la jornada, las agrupaciones recorrieron la orilla del estero Batuco, parte de la cuenca del río Itata, desde donde se surte de agua la APR del mismo sector. Ahí se realizó la transferencia de conocimientos de la mano del profesional de INFOR, Hernán Soto, quien realizó el ejercicio práctico de plantación de especies nativas junto a los presentes, mostrando las herramientas necesarias y dejando algunas tareas para la preparación del terreno y de algunos implementos que se utilizarán.
En el lugar, Silvia García, presidenta del Comité de Aguas Finas de Batuco, se refirió a la instancia, señalando la importancia para sus socios. “Estamos bien conscientes de los beneficios que traerán los árboles nativos que se van a plantar para el agua que viene desde Checura”, señaló, recalcando también el valor patrimonial y paisajístico de algunas de las especies elegidas para la forestación como son: la patagua, el boldo, el quillay y el peumo.
En una segunda etapa, la actividad se desarrolló al límite entre Quillón y Ránquil, específicamente en el estero Quitrico, otra de las zonas que será restaurada. Allí se recorrieron cuatro puntos a reforestar, donde se analizó las particularidades de cada cual, y se eligió las mejores especies para su acomodo a las necesidades productivas de los predios en los cuales se encuentran, destinados principalmente a la actividad frutícola.
Noelia Carrasco, directora de SIMOL, hizo hincapié en la importancia potenciar la restauración ecológica como herramienta para la gestión de las cuencas. “Nos interesa mucho la retroalimentacion entre los comités en el sentido de que se amplíe el impacto de esta iniciativa y dar cuenta de que los propios comités se preocupan por aportar a la gestión de la cuenca y por sus aguas emprendiendo acciones conjuntas”, puntualizó la también académica de la Universidad de Concepción.
Por su parte, Pablo Neira, miembro de la Unión Comunal de APR de Ránquil, destacó esta actividad como resultado de la AVGC ya que, según él, “hay que aprovechar todas las instancias para mejorar nuestras aguas y actividades productivas, frente a las amenazas que significan los herbicidas y el monocultivo”.